sábado, 13 de agosto de 2011

Domingo 14 de agosto, 2011

Suelo escuchar un tema que nos gustaba mucho a Leandro y a mí, pertenece a la película "Tiempo de gitanos" Suena tan místico, que cada vez que lo escucho se me eriza la piel. Al instante, inevitablemente pienso en un encuentro con Lean. No, no es que recuerdo algún momento, alguna cita, no. Pienso literalmente en un encuentro, real, ahora, ahora que él no está. Pienso en algún lugar que a los dos nos gustara, y me viene a la mente Plaza San Martín, en Retiro, justo el banco que estaba en la parte de arriba de la lomita de césped, nos gustaba sentarnos ahí. Imagino que me siento en ese banco, de noche, y Leandro llega caminando, se acerca lentamente, lo suficiente como para ver cómo su rostro sale de la sombra, pero no tanto, como para ver si su cuerpo es nítido, o es sólo espíritu. Nos miramos a los ojos... y creo que con la mirada le pregunto lo que ya una vez le pregunté y por suerte me respondió: "a dónde fue a parar nuestro amor?" "me amaste alguna vez"?? En vida me respondió:"si, te amé", en este encuentro, él me mira, y le sonríen los ojos, su expresión es de: "qué tonta sos!!"Se acerca, y me besa, no quiero cerrar los ojos, porque es Leandro que me está besando y puede venirse el mundo abajo en este momento, pero yo estoy besando a Leandro, y nada mas es relevante. No quiero perderme las pecas de su nariz, el brillo misterioso de sus pupilas verde agua en la oscuridad. él tampoco cierra los ojos, y ya no importa si es espíritu o materia, porque el amor es tan grande, tan inmenso, que no me entra en mi propio cuerpo, y se lo doy. "Para tu viaje", le digo. El sonríe. Se va, cumplió su misión y se va. "Te amo Lelu" le digo, pero mi voz, sólo suena en su corazón. Me deja extraña, entera, llena de su voz, de su música, de sus pausas y su determinación, sus dones, sus locuras, su talento, su hermosura, la maravilla de su amor. Mi piel ya no sabe qué es lo muerto, no conoce el límite...