lunes, 31 de enero de 2011

Lunes 31 de enero
19:46hs

(Buen viaje, Señora de las Zinnias!!!!!)

Ayer vi por fin Harry Potter y las Reliquias de la Muerte . Hubo una parte en que hacían mucho incapié sobre las varitas mágicas, y el origen de cada una. Me gustan esos detalles, son pequeños aditamentos para conocer mas a los personajes. Me gustan los nombres que utiliza la autora, porque son nombres de árboles cuya sonoridad contrasta con algunas partes oscuras de la historia... varita de endrino, por ejemplo. Suena tan mágico, tan cantarín. Le tengo envidia sana a Rowling.
Pensé en cómo sería mi varita, de qué madera estaría hecha.
La descripción sería la siguiente: varita de ciruelo, con cabellos de unicornio, trenzados con savia de madreselva, en cuya punta, resplandece una luciérnaga encontrada en la montaña. Su mango es de azúcar encantada...

Si, esa es mi varita!!!!

domingo, 30 de enero de 2011

Domingo30 de enero
12:40hs

Hace mucho calor, me autoconvencí de no salir este domingo, pero por puro capricho... Tengo un lugar para ir, acá cerca, con pileta, sol, aire, y no voy, simplemente por el hecho de que no conozco a nadie, de que es domingoy la gente sale con la familia, entonces quedaría como desencajada llendo sola... y demas cuestiones tontas que tienen que ver, supongo, con cuestiones mías, no resueltas aún.

viernes, 28 de enero de 2011

Viernes 28 de enero
21:12

Me quedé pensando en lo que leí en el diario de la luna, sobre Saturno, la limpieza, los huesos, la caja...
Tengo una imágen que acude a mi cabeza: a mi columna vertebral le crecen muertos, como flores, en el medio de la columna, en la espina dorsal, tengo la muerte de Leandro tal cual fue, seca, breve, un estallido a las 8 de la mañana, una mañana de primavera. Asi creció en mi espalda, duerme allí y lo siento en cada movimiento. No abre los ojos, es un muerto dormido, siempre estallando en mi sistema nervioso, haciéndome repetir su nombre, como una corriente eléctrica, un escorpión dormido, un ser de agua flotando en mi dolor.
Mi papá también era otro ser de agua, lo tengo entre los omóplatos, pero su muerte fue aletargada, anunciada, alivio de otros males. Crece su muerte entre mis omóplatos, como alas. Al día siguiente de enterrarlo, recuerdo que fui a comprar sábanas, con cierta alegría miraba las vidrieras, pensando en él, dejándolo ir, sábanas para dormir, después de tres meses, dormir al fin, con Leandro, que aún no estaba muerto. Ahora los dos habitan mi columna. Los quiero, les fabriqué un cielo donde reciben mis poemas, mis canciones, mis deseos.
Hay otros muertos, siempre hay mas. Mi mamá, en las caderas, en los cuadriceps, mamá bella, y su muerte solitaria, entre locos. Mamá murió en un manicomio. A veces la siento en el lumbar, y me dobla, me dobla, me interna con ella un tiempo, y me creo loca, el miedo de estar loca, miedo al encierro. Ahí la tengo a mamá.
Cuánta limpieza pendiente, mi cuerpo pide a gritos un poco de liberación... Saturnooooo!!!

jueves, 27 de enero de 2011

Jueves 27 de enero
21:36hs

Recién llegada del gimnasio, aún con la piel perlada de transpiración, ligera de ropas, sentada frente este cuaderno virtual. Quería contar que estoy muy orgullosa de mí, de mis avances en la clase de Tae-bo. Porque recuerdo la primera vez que asistí, con vergüenza, por mis kilos de mas, y la imposibilidad de soltarme en los movimientos, me veía tonta dando patadas, tirando piñas, decía:esto no es para mí. Hoy, me sentí orgullosa, siguiendo la clase al lado del profesor, con mi calza azul, remerita blanca, empapada, muuuchos kilos menos que aquella primera vez, y nada me parece tonto, ni ridículo, siento que mi cuerpo está cómodo, que danza, que se divierte, que necesita esa música a todo volúmen a las ocho de la noche, que necesito tirar esas piñas dirigidas casi siempre a enemigos imaginarios, (o no tanto), que mi corazón siente que puede todo, que todo me sale bien...y saben qué? Es un momento en que me veo realmente hermosa, mas allá de toda vanidad. Amén.

miércoles, 26 de enero de 2011

Miércoles 26 de enero
19:40has

anoche se cortó la luz en casa, cero televisión, cero internet, pero me di el gusto de terminar de leer un libro de Eduardo Galeano: El libro de los abrazos. Relatos de una sencillez en las palabras, una sonoridad cantarina y a la vez, una profudidad impresionante. El exilio, los adioses, los amigos, la patria, la risa, el amor, la poesía, la sangre, el olvido, el viento, el aire, la distancia... Bello, muy bello. La luz no volvió a la hora de ir a dormir. De mas está contar la incomidad que esto conlleva, con las altas temperaturas que venimos sufriendo en Buenos Aires, pero... como dice Galeano: "Silba el viento dentro de mí..."

martes, 25 de enero de 2011

Cristina pregunta por qué uno lee, qué motivos nos llevan, y por qué uno escribe... Primero: por qué no hacerlo??? escribo como exorcismo, y porque siempre tengo algo que decir, cosas que no entran en una conversación. Supongo que de eso se trata escribir, continuar una conversación, de otro modo, explayándose, cada coma es como mirar a los ojos, como decir: "entonces después". Amo conversar, amo escribir con gestos, y hablar con puntuaciones.
¿Por qué leo? Porque necesito saber que hay algo mas, volver a inventarme cada vez que entro a una historia, edificar mi espíritu, y llenarlo de ventanas, cuando leeo poesía, cuando leo a Alejandra, sentir los cuchillos, esos cuchillos recurrentes en la médula, latigazos de placer entre las costillas.
Rosa diría: "leo, escribo, y agradezco, porque esto es lo que soy..."
Miércoles 25 de enero
16:06hs

Deseo previo a la siesta: que el cielo gris tembloroso, dubitativo, se desarme sobre la ciudad, sobre mi barrio, que refresque los eucaliptus, para que los que van llegando a la estación, sientan de ante mano que ya están en casa, que el día valió la pena, porque están de vuelta, en el verdor, oliendo la tierra a punto del chaparrón, sintiendo el roce de las primeras gotas sobre la camisa.
deseo la lluvia, como membrillo antes de dormir, y un mate, para soñar fresco.

lunes, 24 de enero de 2011

Lunes 24 de enero, 15:30 hs

Hace mucho, pero mucho calor. Pienso en las montañas, es lunes y yo pienso en la vastedad, en el silencio, en las alturas, en el cóndor, cooooondooor, diría Francis. Es lunes y mi jefa volvió de las vacaciones. Mi jefa mas directa, osea, empleada, de otros, mandada por otros, pero volvió, y bastó para arrancarme los peores gestos de desagrado. Volvió ella y yo no dejo de pensar en el agua celeste de la piscina, en el fondo celeste del agua celeste, del cielo celeste y el balneario con arco iris propio. Pienso en el pasto, en los colibríes, en los ciruelos que aún no crecen. Pienso en todo lo que es inmenso...

domingo, 23 de enero de 2011

20:05hs

Acabo de decir que hasta de las cosas sencillas y de todos los días se puede decir algo, que hallamos contenido también en la rutina, y así me vino la palabra "contenido" en otro sentido, en el de contener, guardar, y por lo tanto, aplacar algo, una idea, un sentimiento, un discurso. Entonces vuelvo: en lo sencillo está el contenido, y "lo" contenido... hasta que estalla...
Domingo 23 de enero, 6:40hs

Recien levantada, le despertador no sonó, pero mi relojito interno igual me despertó. En la cocina tiré la yerba al piso... en fin... Igual parto, hacia la naturaleza, mi cuerpo y yo, hoy vamos juntos, distinto a los días en que madrugo para ir a trabajar, en que no podemos ponernos de acuerdo. Hoy vamos juntos, ya le dije:"no te retobes, Carina". Mi cuerpo también es Carina, otra Carina, un poco mas vanidosa, mas exagerada, a veces me dice cosas que no entiendo, pero la soporto. Vamos Carina, hacia lo natural, mañana ya habrá tiempo de que me digas:"no quiero"

sábado, 22 de enero de 2011

18:35

No acude el sueño, si, las ganas imperiosas de escribir, ahora tengo este espacio, ahora me reconcilio con las palabras. No acude el sueño, sí las ganas de salir al patio, abrir la puerta, ver mis plantas, hablarles, regarlas, acuden las ganas de tomar un mate mirándolas, y entre cebada y cebada, también siguen estas ganas de decir, (por suerte no se van), acuden mas intensas, como el sabor del dulce de naranjas traído de San Luis. No acude el sueño, la almohada me hace doler la cabeza y creo que ese es el motivo por el que después no me acuerdo de los rostros con los que soñé. Acuden las ganas de ver el cielo, y que la tarde me lleve en sus columpios mágicos y entre tanto, escribir...

22 de enero, sábado

Hacía falta, necesitaba un método para poder expresar, para organizar la literatura de todos los días, los quehaceres de una observadora del universo, asi que aquí vamos.
Ahora sólo se me ocurre decir que es un día espléndido, pero mi cabeza necesita transportarse, emigrar un par de horas. Volveré después