miércoles, 28 de diciembre de 2011

Jueves 29 de Diciembre, 2011
00:00hs

Viendo el último capítulo de "El Puntero" me acordé tanto de mi papá... Ver a un hombre llorando, diciendo: "yo me aburro, quiero trabajar". Eso decía también mi viejo cuando estaba enfermo, Ese llanto de hombre diciendo: "yo no estoy loco, estoy con mucho dolor, estoy angustiado"
Yo lo vi llorar asi, mi papá era un enfermo psiquiátrico, calificado asi, por causa de su cirrosis avanzada, no estaba loco, mi papá era un luchador, un laburante, propenso a la angustia, a la tristeza, al dolor constante. Mi papá me amaba, y yo lo amaba, con un amor que traspasaba cualquier otro sentimiento, y me dejó sola, me dejó con mis miedos, mis temas sin resolver, mi niña mimada a flor de piel. Soy una mujer, madura, hecha, y a veces creo que estoy de pie. pero me falta amor, caricias, me falta alegría.
A veces sueño con mi viejo, lo veo enfermo, llorando. Lo extraño con el alma.

martes, 20 de diciembre de 2011

Martes 19 de diciembre, 2011
14:00hs

Descubrí uno de esos juegos de saqueadores de joyas en internet, es increíble lo adictivo que se vuelve, por momentos veo joyitas por todos lados cuando por la noche cierro los ojos. Antes sólo veía imágenes que tenían que ver con el amor. Es menos doloroso ver joyitas de colores. Cada vez que subo la puntuación, me alejo un poquito de llamarte, de pensarte, Llega un momento que las lágrimas se secan solas en mis mejillas y la pantalla me muestra explosiones estelares y números que van acrecentando una fortuna ficticia. me alejo de la tristeza por un rato, de la incertidumbre, de las preguntas que deseo hacerte, de tu indiferencia...

martes, 6 de diciembre de 2011

Martes 6 de diciembre, 2011,
16:00hs

Despertar al lado de él me gusta mucho, no sé si hay metáforas para describir ese momento. Es mirarnos y darnos cuenta de que los dos sentimos la misma necesidad, mas allá de los deseos de cada uno, y los impedimentos, que son varios. Creo que los dos deseamos, como dos personas grandes, maduras, ese despertar, cuando la piel se nos vuelve magnolia, y nos acariciamos largo y dulce. No estoy hablando de amor, de romance, hablo dormir y despertar al lado de ese alguien, de envolvernos en su piel, y sentir que todo lo de afuera, no nos pertenece, al menos por un rato. Las mañanas en que despierto sola, necesito su abrazo, y la mirada somnolienta de sus ojos entornados.