miércoles, 7 de septiembre de 2011

Miércoles 07 de setiembre, 2011

Hay un hombre entrelazado en mis costillas. Allí depositó su ausencia, con todas las letras, y mi cuerpo, acostumbrado a la tristeza, la desparramó, entonces este hombre ausente, está esparciéndose por todos mis poros, y resulta que me importa mucho, que no quiero estar mas sin él, pero este señor, no se da por enterado, o sí, pero minimiza mi sentimiento de vacío. Me siento muuuuy chiquitita ante él, insignificante, quizás lo soy. Hay una ansiedad que me domina, que atrasa las agujas del reloj, y parece que faltaran siglos para verlo, para mirarlo a los ojos y decirle que me hace sentir tan sola, que me aísla en un lugar donde no puedo alcanzar sus brazos protectores.
Cómo hago para ir a su encuentro? Llevo una sonrisa o voy preparada para el dolor? LLevo una palabra, una caricia, o le regalo mis silencios??

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