viernes, 18 de febrero de 2011

Viernes 18 de febrero
19:06hs

Llueve, de manera intermitente. Me mojé bastante al volver a casa, caminando desde la estación hasta aquí. Me gustó mojarme, estar expuesta a la limpieza, a la purificación. Mientras caminaba mi cabeza iba y venía de distintos temas. Pasaba por algunos y se quedaba unos cuantos segundos mi mente, instalada en ese lugar, lugar-nombre, lugar-nombre de hombre, lugar-hombre, jajaja. Así pasé por mi primer novio, Jorge, por Leandro, el mas hermoso, el mas amado, (creo que eso debería significar su nombre: el mas amado)y por último pasó por el dueño de los ojos castaños mas bellos que vi en mi vida: Gastón. Sobrevino la sensación de soledad, el agua fría en mi espalda, en mi pelo, y la soledad. No están niguno de los tres. El primero no está porque la vida nos llevó por distintos caminos, y al unirlos de nuevo, nos dimos cuenta de que no concordaban, el segundo, no está porque el cielo, la vida, la muerte, se lo llevó del mundo, y el último, porque sencillamente no sé dónde hallarlo, no sé a qué distancia se encuentra de mí. Su corazón, mas alejado aún. Y sigue lloviendo. El mate que reconforta el alma, acompaña desde la cocina, y se pasea por mi casa, junto con mis fantasmas...Celebro este atardecer de viernes...

No hay comentarios:

Publicar un comentario