lunes, 31 de octubre de 2011

Lunes 31 de Octubre, 2011
21:31hs

Una de las paredes de mi cuarto tenía humedad, ayer sacamos capas de pintura que tenían hongos. Gran parte de la pared estaba cargada de esa suciedad. Ahora, después de haberla rasqueteado, de haberla lavado, siento que respira. Creo que unas cuantas cosas salieron despedidas con esas capas. Ahora estoy sentada al lado de esa pared, y siento mucha tranquilidad. Necesito tranquilidad, sacarme de encima ciertos fantasmas, cosas que sólo existen en mi cabeza. Las ansiedades deben aminorarse, porque no es sano ni para mí ni para nadie desesperarse. Calma, calma.. falta pintar la pared para que todo reluzca, mientras tanto, en estos días, ella exibe sus remiendos, como yo, los saco a la luz, y trato de aprender a vivir mejor, mas tranquila, disfrutando del cariño de un hombre que me gusta mucho, disfrutando de ser la mujer con la que le gusta compartir sus noches, aprendiendo a conocer sus pausas, sus silencios, sus espacios, sus lentos movimientos.
Ya quedará pintada la pared, impecable. A mí todavía me falta para lucir así, pero quiero eso, quiero mi paz, mi alegría, mi sonrisa perdida, mi esperanza...

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